Golpe a golpe me me daba y yo no podía defenderme esta desarmado mi vara no la encontraba, está bien que sea mujer pero me pegaba muy fuerte que ya estaba empezando a escupir sangre, ella era como el demonio no paraba tan grande era su ira que me daba tres golpes por segundo, mi cuerpo ni lo sentía ya no daba más, ya estaba dejando me caer veía toda mi vida pasar, veía la luz yo pensaba estoy muerto y justo que no quería que pase esto pero luego esa luz desapareció y bajo una niño, yo dije: ¡Un ángel!.
Él formó una vara con agua, fue algo extraño ya que expulsó agua de su mano y ésta se hizo una vara parecida a la mía, de la cual sacó sacó como una estaca de agua con la que de un golpe lanzó al piso a la directora, ella sacó de su bolsillo una vara y de ésta lanzó un rayo de oscuridad a el chico, que por cierto estaba tapado su cara solo se le podían ver sus ojos, pero él con látigo de agua la arrojó hacia ella, pero ésta se supo y empezó una lucha ella era fuerte rajaba el piso con sus rayos, pero él niño era mas joven y mucho mas rápido que la anciana de la directora, bueno tenía unos cuarenta y dos pero se veía anciana, jamás había visto algo parecido.
Pero algo no me gustó, la directora con un rayo cogió su pierna y lo lanzaba por todos lados no sabía como ayudarlo, tenía que hacer pero ya, no podía soportar esto, el niño era arrojado por todos lados todo su cuerpo sangraba y él gritaba, no sabía que hacer; me quede mudo por aquella escena que pude observar el cuerpo del niño fue atravesado por un rayo, él estaba muerto, lo que me hizo estallar en furia y no se por qué pero mi vara estaba en mi mano sentí que no estaba controlando mi cuerpo en ese momento alguien dentro de mí me controlaba pero para bien, en eso el cuerpo del niño desapareció y dejo en su lugar una canica azul, que luego apareció en el puño de mi mano transformándose en energía y alrededor de mi vara giraba agua, algo me impulsó hacia ella que me hizo golpearla ella se defendía pero empecé a lanzarle agua, el poder que tenía en mi cuerpo era grande ya que eludía todo lo que ella me enviaba, ella estaba molesta por mi extraño cambio y aún más porque mi poder era superior a la de ella.
La lanzé al piso pude matarla pero le dije que se vaya y no vuelva nuca más ya cuando ella estaba lejos, me sentí cansado y me desmaye.
IDEA ORIGINAL: MORENO MIÑANO LEONIDAS JESUS
